martes, 15 de septiembre de 2009

LAS HORAS DE HAMBRUNA

*Cuando las horas son de hambruna,
no cabe justificativo alguno,
nacen desde el fondo del abismo,
pálidas figuras de ostracismo.
Nada cabe en la razón,.. ni la paciencia,
se siente uno en el destierro,
lamentando los tiempos de fortuna.
Se percibe la muerte en la distancia,
perdido en el tiempo y la ignorancia,
se lanza desvalido hacia el futuro.
*Cuando las horas son de hambruna
los hijos se pierden en la conciencia,
pretendiendo valorar lo invalorable
se termina en la cruel dependencia,
se vende el alma, se entrega el cuerpo,
se disocia la dignidad más absoluta,
se regalan los principios, y la astucia
queda perdida en lontananza
*Cuando las horas son de hambruna,
no hay perdón ni hay consuelo,
terminan rodando por el suelo,
la altivez, la estima y la grandeza.
Aparece el agravio, el ultraje y la injuria,
y el deseo de terminar con la entereza.
La firmeza de ánimo y la integridad,
se vuelven desazón, disgusto y agravio
*Cuando las horas son de hambruna,
aparece una furia insostenible,
la ruina moral se torna incomprensible,
inmensa, insondable, impenetrable.
El hijo de la hambruna de degrada
Y alcanza el final que se esperara,
lastimoso, irritante y acabado
no hay límite para la hambruna degradante
a menos que un pueblo se agigante
CARLOS A. BADARACCO
06/01/08
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)
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