lunes, 7 de septiembre de 2009

EL CARTERO DEL AMOR






Como poseyendo la razón
el cartero golpeó a mi puerta,
y en medio de mi sufriente silencio
retumba el llamado, como en reyerta

Golpeó nuevamente
y luego lo hizo otra vez
como impaciente de traer
una noticia inesperada
tan sutil y desesperada,
que trasciende mi alma inquieta.

Es el cartero, el que se impacienta y grita,
- "¡Apúrate Serafín!, ¡Apúrate, abre la puerta!
que presiento noticias bellas
que moverán tu espíritu indómito".

"Tus sueños me han llamado y aquí estoy
impaciente Serafín, ¡Apúrate, que es para bien!..."
Abrí la puerta y con placer, el cartero me entregó
la carta en discusión.

La abrí y comencé a leer.
No se equivocó, era el amor que golpeaba la puerta
El cartero lo presintió, y se conmovió
- "Era mi corazón el que te llamaba", me dijo
"¿Me equivoqué? ¿No es lo que esperabas?"

- Sí, le dije con alegría, sí ¡qué felicidad!
mi amor vuelve a mí,
las rosas florecen otra vez,
es distinta la brisa mañanera,
los pájaros vuelven a cantar,
hay aroma a perfume en el aire,
todo vuelve a nacer,
las palabras cobran sentido,
mi corazón vuelve a latir,
todo es luz, incluso en mi sentir,
la claridad me envuelve otra vez,
y el calor del día se posiciona en mi.

Siento amor, amor de verdad
¡Gracias amigo, amigo mío, gracias otra vez!
- "No hay de qué", agregó, "soy un juglar que interpreta al amor
y cuando lo presiente desespera por cantar"

CARLOS A. BADARACCO
23/03/09
REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N°779760)

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