Si yo deseara el amor que propones,
si encontrara aquel que hube perdido
y el tiempo volviera desde el pasado,
no sería el mismo amor que sugieres
no sería lozano, ni profano,
ni siguiera místico, sacrílego
tampoco audaz, gentil, justo ni lego,
sería infausto, infeliz y aciago
Es como buscar en tiempos perdidos
una remembranza siempre vigente,
es inútil ocultar lo ausente,
ya no podemos traerlo, se ha ido
Haber amado como te amé y como me amaste,
fue la vida, la grandeza, la adoración exánime.
No cabe en mi pecho sentimiento más sublime
que aquel que en mi existencia provocaste
No me tienes que amar aunque me amaras
porque al amar soy yo el que te entrega el alma
y tú recibes mi amor primero, el amor que esperaras
y que del espíritu naciera virgen, sin mancha
oh, amor inmaculado dulce amor idílico,
tú me tienes en el recuerdo, y yo en el presente,
no tienes que volver al pasado para tenerme
es preferible amarme sin la fuerza de lo ausente
Dios es testigo de esta fuerza devoradora
que me consume desde siempre,
desde el pasado más lejano,
hasta el presente que me atormenta
Ven, pero ven ahora en este instante,
vivamos un amor distinto pero presente,
vivamos un dulce amor maduro
que brotara de nuestras vidas inocentes
CARLOS A. BADARACCO
27/02/09
No hay comentarios:
Publicar un comentario