viernes, 11 de diciembre de 2009

UN CANTO AL AMOR


Cantando por la vida voy
como duende vestido de azul
que azuza los encantos de
y despiertan profundas pasiones
he ilusiones vívidas de colores brillantes.

Cantando por la vida voy
como si fuera un sueño imaginario
que atrae los amores más fervientes
provocado los albores en las mañanas
haciendo ver los matices más hermosos
que existen sobre la tierra.

Cantando por la vida voy
pretendiendo la felicidad más elocuente,
la misma que unieron corazones sublimes
llenos de historias enamoradas,
de idilios apasionados, de felicidad inaudita.

Catando por la vida voy
como si fuera la estrella más fugaz
pero que deja en su camino amor por doquier,
salpicando de chispas encantadas
queriendo avivar los sentimientos
de profundas convicciones románticas
que nacen de lo profundo del corazón.

Cantado por la vida voy
como un signo de invariable ilusión
que aviva los durmientes corazones desdichados
y truecan esos fingimientos por adorados ritos
de amor e ilusión devoradoras

El mundo desea ser feliz, es preciso
crear personajes imaginarios
nacidos de los poemas más románticos
para alentar los corazones fríos e indecisos
Soy por ello el amor personificado en un corolario de ilusión
Para enviar un mensaje a los poetas más pasionales de la tierra

CARLOS A. BADARACCO (REGISTRADO)
15/08/09

TRES MONEDAS


“Tres monedas “tengas tú
por un sólo beso de amor,
“diez monedas” tengas más
por amarme con pasión
Y sólo “sin cuenta” tengas además
por tu bello corazón

CARLOS A. B ADARACCO
22/08/09
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ROSAS ROJAS


Dos rosas rojas se inflaman de pasión
son ellas para ti y para mí
y están ardientes de amor y de emoción.
Unidas por el tallo
en vehemente fogosidad.
Dos rosas rojas expuestas al calor
no tienen mucha existencia
si no se aman la dos.
Dos rosas rojas pueden perecer
si no se enciende la llama
ferviente del amor.
Sin embargo dos rosas rojas
mantienen su fulgor
porque la frescura de la paz
renació en el amor


CARLOS A. BADARACCO (REGISTRADO)
15/05/09
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REALIDAD


El viento disipa la niebla
detrás aparece lúgubremente la realidad,
los espíritus se conmueven,
deviene la consternación,
la indignación se apodera de la razón,
el espacio se torna insignificante,
y se levanta exánime
la misma vida, sin encubrimientos,
la más cruel realidad se despliega en toda su inmensidad,
son las almas sufrientes que se alzan
que declaran, que suplican, que advierten
extienden sus manos, de clemencia, de piedad
¿podremos cerrar los ojos ante tan cruel entorno?
de contemplar la carestía en derredor,
el dormir en las calles expuestos al frío
al hambre, a la indignidad
¿quién puede cerrar los ojos?
la vida nos enseña a ser piadosos,
deseosos de felicidad compartida,
tomemos la mano a quien la extienda
en un claro mensaje de amor profundo,
de hermandad, de solidaridad.
Que las luces de Buenos Aires brillen aún más,
que proclamen toda su riqueza espiritual
mostrando al mundo nuestra mirada compasiva
y la decisión de vivir en un mundo de amor.
Seamos nosotros los poetas,
quienes logremos esa transformación
quizás alguien se nos una


CARLOS A. BADARACCO (REGISTRADO)
14/8/09

LAS DE LA VIDA


Están, pero no están;
son, pero no son.
Caminan en la oscuridad,
ellas,… las señaladas;
pretenden compasión,
pero también seducción.
Son,… “las niñas de la noche”,
que caminan sin reproche,
que pervierten y aman
con lujuria desenfrenada
por dos dinerillos
que alimentan sus almas.
Las “niñas de la noche”,
de endemoniada pasión
y desaforada perversión.
No importa, son ellas
y no tienen motes
ni deberían tenerlo;
no merecen la risa,
ni el desprecio
ni siquiera la humillación
pues sin embargo “son”
“las niñas”
que danzan por la vida,
riendo y llorando,
llorando y riendo,
derramando sus penas
contenidas en el alma,
que las condena
por la incomprensión
de la gente


CARLOS A. BADARACCO
(REGISTRO PROPIEDAD INTELECTUAL)
14/8/08

LA SALA DE MI CASA


Una mirada a la sala, denota felicidad,
un atisbo de nostalgia y un nudo en el corazón.
El jarrón de la abuela en el centro de la mesa,
los sillones tapizados, la alfombra y el recuerdo.
Reunidos en las fiestas con la fina mantelería,
las masas, lo sándwiches y el vals del amor.
El calor de la familia y un abrazo conyugal.
Tiempos de melancolía,
todos juntitos alrededor de la mesa.
hoy, la foto del recuerdo queda nada más
y la marca en mi corazón

CARLOS A. BADARACCO
10/5/07
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)
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LA CAIDA DE UN ROMÁNTICO

No puedo avanzar más allá de lo que siento,
la congoja me persigue y me acorrala.
Me dicen, “no debes caer” y sin embargo caigo
y caigo, en lo más profundo del abismo.
El mar, ¡ay el mar!
Siento límites y depresión,
pareciera que la pasión por vivir
se me fuera disipando,
que no pienso y no vivo, y ya no suspiro.
Reniego del tormento de sentirme acorralado.
La nada me llama y me proclama.
Mis metas, sin consuelo, indican próximo mi final.
No acato los alientos, porque no llegan a mi alma,
estoy sumido en el descontrol.
El mar, ¡ay el mar!
Mis deseos son otros, pero no llego a contenerlos,
es más fuerte mi desazón.
A veces levanto mi espíritu al cielo
y trato de rescatar el consuelo,
de sentirme alentado por una ilusión.
siquiera lo sublime me conforta
pero en mi alma hay vacío y dolor;
también el dolor me acosa desde dentro,
es superior a mí y nada lo evita, nada lo detiene.
El mar, ¡ay el mar!
Hoy siento esa depresión terrible,
devoradora, inquisidora, vandálica,
detesto la compasión, pido comprensión.
pues libera y disipa mi desaliento.
Mi vida se termina y los poemas son mi desahogo,
sólo escribo para liberar mis sufrimientos.
Créanme, es lo que siento, se debe interpretar,
hoy estoy vacío, comprendan mi dolor.
El mar, ¡hay el mar!
También Alfonsina sintió pesadumbre,
el mar temperó su dolor;
quizás si tomara su mano y extasiara mi padecer
podría buscar en las profundidades
el amor que sentí y que ya no recibo más.
Ella fue mi guía, mi inspiración.
Avizoro otro futuro, lo veo, lo presiento,
distingo su presencia, está y no está,
acaso con el tiempo valore su intensidad

CARLOS A. BADARACCO
14/08/09
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)