LA LUCHA DEL CAMPO

Rugen en el campo las máquinas endemoniadas.
Dolientes dorados se desprenden de la tierra,
Enceguecidos de odio se proyectan castigadas
las hordas mordaces de los ensueños de vida.
Se disponen litigantes aunque combatientes en las rutas
los bravos guerreros que despliegan sus armas
de escuetas razones se valen sin calma.
Refriegan sus broncas de expertos, en disputas.
Bravos defensores de derechos derruidos
por las injustas sorderas de potestades indoctas,
inclementes, desdeñosas, procaces e ignotas.
Abochornados por el mismo pueblo, demolidos
por las urnas que doblegaron sus inmodestias,
continúan aun con infamia mantener sus quimeras,
demostrando indolencias y resentimientos ridículos.
No es con el odio que se levanta a la patria
sino con lucha y decisiones ingeniosas.
Siempre nuestro pueblo frenado por ambiciones espurias;
de un lado o del otro lo aprisionaron insensiblemente
disputando poderes que relegaron su linaje.
No es amor al pueblo sino al poder y al ultraje
que muestra la lacra política que pretende gobernarnos

CARLOS A. BADARACCO
13/07/09