viernes, 11 de diciembre de 2009

LA SALVACIÓN DEL HOMBRE (Prosa poética)

Hoy no me siento inspirado, sin embargo, la musa me incita, proclama mi presencia y aquí estoy, me azuza, pretende un poema, y entonces le pregunto; ¿lo quieres de amor?, me responde, ¡no!, no lo quiero de amor; ¿lo quieres de amistad?, pues ¡no!, manifiesta. ¿Entonces, qué pretendes de mi?; deseo que le hables a la vida, al hombre, que lo alertes, lo estimules, lo prevengas; el mundo lo necesita, la humanidad lo llama, lo aclama como su salvador, su apoyo, su luz.

Sostiene que la unión de los seres humanos la salvará, que se deberá alentar la tolerancia y estimular la condescendencia, pide humildad, amor, libertad, igualdad y justicia.

Agrega; hay una brújula que lo orientará, son los valores del ser humano, los que nunca debió perder, los que debió defender, aún a costa de su propia vida; porque ellos enaltecen al hombre, lo elevan por sobre las demás especies porque tiene algo primordial, es, la razón.

No tiene que buscar el individualismo pues lo alejará de la felicidad; tampoco el relativismo pues la verdad nunca dependerá sólo de él, o de un grupo en especial.

Es imperiosa su rendición pues la guerra lo consumirá, dejará de ser lo que es, lo transformará en bestia y entonces desaparecerá, y habrá sido inútil su propia vida, su lucha, la falsa felicidad que lo rodeó.
Sólo el amor salvará a la humanidad.

CARLOS A. BADARACCO (REGISTRADO)
3/5/09

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