viernes, 11 de diciembre de 2009

MARÍA LA TANA INOLVIDABLE


De tres personajes que han marcado mi vida,
uno, sólo uno, se metió profundamente en mi alma.
Era ella una lumbrera de la calle,
la “tana María”, la inolvidable,
errabunda mujer de corazón de fina porcelana,
de decir suave y prodigioso.
Contó su historia de sufriente amor infeliz:
“Caminando un día ufana por la plaza Independencia
donde en las noches de verano muy templadas,
observaba al amor nacer en cada banca.
Se percibía un perfume envolvente
a jazmín del país cercano
y era la noche más romántica de antaño.
Las glisinas se proyectaban colgando
de la glorieta central de la plaza,
las estrellas y la luna fulgurante
iluminaban cómplices el momento en la oscuridad,
los árboles se proyectaban fantasmales, entonantes,
las sombras de la noche envolvían el momento.
Allí, de pie, bajo del farol de la esquina,
Julián “el cachafaz” varonil, misterioso,
de profunda estampa porteña;
desde la oscuridad se impulsó,
un fino piropo se deslizó de sus labios
´’EN TI TENGO PUESTAS MIS ESPERANZAS
Y MI FUTURA FAMILIA’;
la voz melosa del joven erizo la piel de María,
ella recién venida de Italia
quedó extasiada de encanto y poesía,
sonrió hacia un costado cubriéndose la boca,
como tímida, recatada pero iluminada
y el joven impetuoso inició su persecución.
Más tarde sentados bajo la glorieta
la noche pasó y el amor se mostró;
se hizo presente sigilosamente,
como si quisiera sorprender a la ilusión,
despacito, dulcemente, unieron sus labios en ternura pasional.
El tiempo pasó, día tras día
y el amor creció y fue tan intenso
que pronto la lujuria comenzó
El tiempo volvió a pasar y en un mes más
el amor de marchito”.
Hoy pasea por las noches y por el mismo lugar,
sus lágrimas de amor se proyectan en la oscuridad;
la plaza de la esquina como testigo crucial y sin reproche
respeta su amor prudentemente
y le impide a María sufrir extrañamente.
Ahora marchita por la vida, María,
se sumerge en el recuerdo con amor y desazón.
De noche por la plaza los sentimientos se proyectan
con una fuerza inusitada
que nace de cada corazón esperanzado
por el amor fracasado de María, la tana inolvidable

CARLOS A. BADARACCO (REGISTRADO)
9/8/09

No hay comentarios:

Publicar un comentario