viernes, 11 de diciembre de 2009

LA CONVERSIÓN


Ayer cruce por la calle, y al hacerlo
nuevamente te vi pero más crecido.
Eras un mendigo, de rostro enjuto y ojos prominentes;
llevabas en la mano una bolsa de plástico
y absorbías fuertemente su contenido.
Caminabas como perdido, tomándote de los árboles.
¿Cuánto tiempo pasó?, no mucho, pero pasó;
Y tú, igual o peor que antes,
con tus ropas roídas, percudidas, mugrientas.
De pronto me vino a la mente tu rostro de niño,
de mirada perdida, de sentir trasnochado,
cara de ángel sin alas, desvalido, ignorado.
Esta vez, caminabas por Corrientes,
tus manos abiertas pedían, ¿qué pedían?
¿Pedían monedas o más bien socorro?
¿pedían amor?, ¿pedían comprensión?, ¿qué pedían?
¡dímelo! niño del río de mirada sufrida, de rostro sin nombre,
¿quién te miraba? que no fuera un morro,
duro como una piedra, sin sentimiento ni mote;
al fin y al cabo estamos tan vacíos como tú, pero de valores
¿Quién eres hoy? ¿cómo fueron tus días desde aquella vez?
Llegaste a la Plaza, el Obelisco de frente,
te sentaste en una de las bancas y te quitaste el abrigo,
sin querer exhibiste un bulto,
era un arma, ¡niño!, ¡niño!, ¿Se te acabó la inocencia?
¿qué camino tomaste? ¿Es la venganza a la vida?
¿cómo encontraste esa respuesta, en lugar del amor?
¡Ay niño! ¡Qué triste fue tu vida!
Mira cuántos niños, hoy es su día,
el “día del niño”, van con globos, y vestidos como dioses;
padre y madre, juntos los dos, los llevan de la mano,
y tú los miras, no dices nada, pero tus lágrimas
brotan sin querer de cada ojo
Niño de río, ¿quién pudiera ayudarte que no te haya ayudado?
¿Qué no te haya consolado alguna vez?
¿Qué a pesar de mirarte haya dado vuelta su rostro?
¿Qué te dejó desvalido con la desesperanza plasmada en tu cara?
¿quién fue tan cruel? ¿Quién ignoró tu destino?...
pues yo mismo, niño querido, que fui cobarde,
que nunca pensé en este momento,
que me arrepiento por tanta ignorancia.
Perdón niño, perdón por no comprender,
por no entender tu atroz sufrimiento.
Y ahora por cobardía también, te voy a ignorar,…otra vez.

CARLOS A. BADARACCO (20/05/09) (REGISTRADO)

No hay comentarios:

Publicar un comentario