Camino por la arena
a orillas del mar
en la noche serena.
Las olas al romper
bañan mis pies sin cesar.
El mar impetuoso
sugiere mi nombre al llamar.
Incesante y presuroso
es el mar en su rugir.
Me acerco poco a poco
y siento voces lejanas
que cantan ufanas
y me incitan a caminar hacia el ponto.
La noche, irradia dulce voz de pena
y es fácil notar en las aguas
el sutil lamento que llama,
llama y proclama mi nombre primero.
No me atrevo, pero no me sublevo,
me atrae, me impulsa y sumerge,
y ya en el fondo azul develo
una luz intensa que emerge.
¿Es el final o es el comienzo?,
¿es la paz o el silencio?,
es la dócil voz de la eternidad
que me envuelve en su maravillosa majestad
Y entonc……….
CARLOS A. BADARACCO
28/03/09
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N°779760)
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