martes, 6 de octubre de 2009

MUERO,...LUEGO VIVO

Si a la hora de mi muerte,… muero,
ese será el fin de los castigos,
por mi falta de fe, mi desmedro,
por dejarme guiar por los sentidos

Si a la hora de mi muerte,…muero,
no habré dejado nada en el sendero
ni la luz de la vida, ni mis deseos
de poblar de esperanzas al mundo entero


Si a la hora de mi muerte,…muero,
habrán de juzgar mi cruel dependencia,
mi orgullo profano, la vil complacencia,
el rito funesto cobijado con celo.


Si a la hora de mi muerte,…muero,
se apagarán mi ser, mi luz y mi esencia.
Y el sublime ideal de la trascendencia,
será tierra negra que brote del suelo


Si a la hora de mi muerte,…¡¡vivo!!
¡que radiante esplendor oculto cautivo!
Encontrarme de pie al final de los siglos
Y ser luz junto a Dios en el cielo infinito


CARLOS A. BADARACCO
3/12/86

No hay comentarios:

Publicar un comentario