jueves, 8 de octubre de 2009

Y AL VERTE A TI




Mira la plaza llena de árboles,
de niños jugando en el carrusel .
Mira, el bar en la esquina
Mira, la calle llena de gente.
Todo proyecta vida, vida de ensueño,
se respira amor por doquier;
y en medio de ese paraje apareces tú.
Te ves como un ensueño, como si no fueras
y sin embargo eres, y eres justamente
como el amor personificado,
como aquel tan buscado,
el amor idolatrado, platónico, verdadero.
El romance se presenta inmaculado,
con rostro de paz, de sosiego y concordia.
Eres sólo tú, la más encantadora aparición.
Siente como palpita mi corazón,
lo tienes aprisionado, eres dueña de mí.
En pleno otoño veo las flores crecer,
todo es color, porque avivas la vida,
urges mi ser y mi pasión,
la enciendes, la provocas, la activas;
la nada se convierte en presencia.
Cuando tú apareces, cuando estás,
amanece nuevamente; el sol brilla
con todo su esplendor, y nace el día
a cada momento; y al anochecer
la luz se proyecta desde las estrellas más lejanas,
desde la luna que brilla con toda su intensidad.
Palpita mi corazón, con tu amor etéreo
que lo excita, lo carcome, lo provoca.
Mira a lo lejos, mira las nubes;
se acercan puras, se acercan claras, distintas,
sólo porque te ven a ti se visten de amor
Se proyectan con alegría hacia la plaza
La plaza de calor inmaculado y pasión descontrolada.

CARLOS A. BADARACCO
14/05/09
(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)
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1 comentario:

  1. Bello poema, donde el amor, se transforma en Primavera en pleno Otoño.
    Me gusto amigo.

    Besos.

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