martes, 6 de octubre de 2009

SILENA Y ALBICIA

Eran, dos niñas,
una irascible, de carácter hosco,
intratable, ceñuda, áspera, desagradable.
La otra, un ángel,
que surgía de la nada
y a la nada volvía.
Eran, como el día y la noche.
Silena se llamaba la primera,
Albicia la segunda.
Silena, aparecía sin gracia,
dispuesta a intervenir sujetando sus deseos,
como reprimiendo sus sentimientos,
desdeñosa, indiferente y arrogante.
Albicia era el amanecer,
fresca y lozana, como pretendiendo contagiar
su espíritu, y transmitir esperanza,
fe y armonía a los demás.
Un día presagiosamente, Silena,
menoscabada en sí misma;
manifestó señales de haber visto
anunciado un cataclismo malicioso.
Intuiciones y sensaciones perniciosas
que pretendían destruir al amor
“Él amor no existe, el amor destruye”, decía.
“El amor te devora, y carcome tus entrañas”, proclamaba
“El amor te traga con ansía, apresuradamente,
te ultraja, y te aparta de la realidad”, insistía
“Es malicioso y obstinado, terco, tenaz y obsecuente.
“El amor te prohíbe, te encierra y socava”
“El amor es ruin, nocivo y sutil; traicionero,
mordaz, satírico y punzante”, agregaba
Albicia cerró su arenga y mansamente, exclamó:
“Si el amor no existiera, Silena, tú no serías,
tu esencia es el amor que vivifica tu vida.
El amor es la entrega total, es dar sin exigir,
es construir, horadar pero para proclamar y sentir,
Alabar, honrar, dignificar, respetar, enaltecer,
ennoblecer, y ensalzar el espíritu.”
Por amor fuiste creada, Silena,
“El amor es dar la vida, acariciar con ternura al “otro” y a sí mismo.
Es ennoblecer el sentimiento, es rasgar el corazón,
es ofrecerlo plenamente, estimular y avivar
la llama del alma y el alimento fértil de tu esencia”.
La explicación es certera, amigos:
Silena representa a la desmoralización, la desesperanza,
la tristeza, el desánimo, la desilusión y, el pesimismo
Albicia a la ilusión, el aliento, la alegría, el alborozo
la jovialidad, el entusiasmo, el ánimo, el optimismo.
La una se contrapone a la otra,
pero siempre nace la impronta entonante de Albicia,
que le pone fuego a la vida, y la estimula con justicia

CARLOS A. BADARACCO 10/02/09

(REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL N° 779760)

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