Están, pero no están;
son, pero no son.
Caminan en la oscuridad,
ellas,… las señaladas;
pretenden compasión,
pero también seducción.
Son,… “las niñas de la noche”,
que caminan sin reproche,
que pervierten y aman
con lujuria desenfrenada
por dos dinerillos
que alimentan sus almas.
Las “niñas de la noche”,
de endemoniada pasión
y desaforada perversión.
No importa, son ellas
y no tienen motes
ni deberían tenerlo;
no merecen la risa,
ni el desprecio
ni siquiera la humillación
pues sin embargo “son”
“las niñas”
que danzan por la vida,
riendo y llorando,
llorando y riendo,
derramando sus penas
contenidas en el alma,
que las condena
por la incomprensión
de la gente
CARLOS A. BADARACCO
(REGISTRO PROPIEDAD INTELECTUAL)
14/8/08
14/8/08
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